Guadalupe Lucero y Lucas Bollotti, dos casos de desapariciones que no tienen respuestas
Los interrogantes invaden ambas causas y de ninguno se conoce el paradero. Uno ocurrió a mediados del 2017 y el otro mantiene en vilo al país desde hace 15 días ¿Qué se sabe?
La desaparición de Guadalupe Belén Lucero conmociona a no solo la provincia sino al país entero. Desde que fue vista por última vez el lunes 14 cuando jugaba en la casa de su tía, nadie sabe nada de ella ¿Dónde está?, es una pregunta sin respuestas.
Los operativos negativos y la falta de pistas cubren la investigación con un manto de interrogantes. Pero no es el único caso de similares características que sucedió en San Luis. Es casi inevitable no recordar a Lucas Bollotti.
La pequeña de cinco años se trasladó junto a su mamá Yamila Cialone desde el Barrio 208 Viviendas al el 544, ubicado al sur de la ciudad, para festejar el cumpleaños de su tía y madrina Georgina. Pasadas las 19:20, una celebración se volvió una pesadilla.
Guadalupe desapareció mientras jugaba a las escondidas en la puerta de la casa. En un lapso de 10 minutos nadie más volvió a verla.
Casa por casa sus familiares y los vecinos salieron a buscarla, incluso llegaron al hogar del padre, Eric Lucero, a dos cuadras del lugar. “No está” se repitió una y otra vez es eterna noche.
La Policía provincial fue avisada inmediatamente y alrededor de las 21:30 comenzaron los primeros rastrillajes por los campos aledaños. Pero nunca hallaron rastros.
Pasaron los días y se fueron descartando pistas constantemente en la investigación encabezada por el juez Penal N° 2, Ariel Parrillis. Así se sumaron las fuerzas federales a la búsqueda y el Gobierno nacional ofreció una recompensa de $2 millones para quien brinde datos certeros que conduzcan a la menor.
Pasaron los días y lo único que marcan desde la Justicia es que las hipótesis son múltiples. El despliegue abarca hasta diferentes puntos de la provincia e incluye espejos de agua como el Dique Chico, Potrero de Los Funes, Cruz de Piedra, La Florida, entre otros.
En el medio le sumaron la colaboración de videntes, un dato confirmado por el propio jefe de la Policía de San Luis, Darío Neira. Reconoció la participación en los rastrillajes de personas que usan “su percepción” para indicar determinados lugares.
Y la única posibilidad con cierta solidez que se manejaba desde un comienzo se desvaneció. Una primita de 3 años y una joven estudiante describieron a una mujer vestida de negro, y sus testimonios reforzaban la teoría que se había llevado a Guada.
En los últimos días la Justicia decidió incorporar la labor de otros dos fiscales que se sumaron a María del Valle Durán: la fiscal de Cámara N°1, Virginia Palacios y el agente fiscal N°3, Esteban Roche.
Hoy se cumplieron 15 días y aunque hasta el momento la búsqueda no cesa, de los múltiples allanamientos o de rastrillajes montados desde el comienzo no surgió ningún dato. La familia aguarda con los brazos abiertos alguna noticia esperanzadora.
Lucas Bolotti
Desapareció el 19 de julio del 2017 mientras vacacionaba en el paraje El Recuerdo, en la localidad de Papagayos. Su búsqueda también demandó la participación de las fuerzas nacionales. Y como ocurre ahora con Guadalupe, nadie sabe qué le pasó.
Se van a cumplir cuatro años, y no hay ninguna noticia sobre el joven de 24 años, oriundo de General Rodríguez, en la Provincia de Buenos Aires.
En la localidad ubicada a 229 kilómetros al noreste de San Luis, pasaba los días en el lote de la familia junto a su madre y la pareja de ella. Eran las únicas tres personas que se encontraban en ese lugar. De un momento para el otro nunca más lo encontraron.
Estela Vicondoa relató una y otra vez que su hijo jugaba en la calle cerca de las 9:45. Con su autitos había marcado un sendero.
Hace poco la mujer habló con los medios nacionales y rememoró el hecho: “Cuando lo vuelvo a mirar no estaba. Empezamos a buscarlo y al día de hoy no tenemos idea qué pasó”.
Lucas nació con una enfermedad neurometabólica, lo que le provocó un retraso madurativo importante, según contó. Por estos factores considera muy poco probable que se haya podido ir a algún lugar por sí solo: “Era muy básico. No se arriesgaba, no iba a decir ‘voy a investigar más allá’. No es capaz de cruzar un alambrado de tres hilos porque se engancha”.
El último movimiento en la causa fue la orden de la jueza Patricio Besso para que la División de Homicidios de la Unidad Regional Nº 3 de Concarán, desde agosto del año pasado, se pusiera al frente del caso.
“Tengo la sensación que aparecerá. Ojalá sea con vida e intacto. Y si nos toca encontrarlo muerto, al menos sabremos que no está sufriendo”, aseguró.
Más allá de esto, sus familiares siguen pidiendo en las redes sociales datos que los lleven a dar con el paradero, hasta tienen un grupo de Facebook llamado “Buscamos a Lucas Bolotti” en el que publican novedades y tratan de que no se olviden del caso.
Como Lucas, Guadalupe forma parte ahora de la lista de búsqueda de Missing Children Argentina, una organización que trabaja desde 1999 en la búsqueda de chicos perdidos en el país.